Inteligencia Artificial
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Una encuesta realizada por Ipsos para la plataforma Deezer indica que, de 9 000 personas entrevistadas en ocho países (EE.UU., Canadá, Brasil, Reino Unido, Francia, Países Bajos, Alemania y Japón) entre el 6 y el 10 de octubre de 2025, el 97 % no consiguió diferenciar entre dos canciones generadas completamente por inteligencia artificial y una creada por un artista humano.
Aunque casi la mitad de los encuestados considera que la IA puede ayudar a descubrir nueva música, el 51 % cree que esta tecnología generará canciones “de menor calidad y más genéricas”, y el 64 % teme una pérdida de creatividad en la producción musical.
La encuesta también muestra que la música generada por IA ya representa una parte creciente del catálogo de plataformas: según Deezer, en enero de 2025 una de cada diez canciones era IA, y diez meses después esa cifra subió al 34 % del total de nuevas canciones reproducidas en su servicio.
Google presentó su iniciativa “Project Suncatcher”, que propone desplegar en los próximos años constelaciones de satélites alimentados por energía solar en órbita baja para ejecutar tareas de inteligencia artificial (IA). La empresa prevé lanzar dos satélites prototipo a principios de 2027 en colaboración con Planet Labs, con hardware especializado (TPU Trillium) resistente a la radiación espacial, para probar la viabilidad de operar centros de datos fuera de la Tierra. Según Google, en una órbita sincronizada con el amanecer‑anochecer estos satélites podrían recibir hasta ocho veces más energía solar que en tierra, reduciendo la dependencia de baterías o redes eléctricas terrestres. Sin embargo, el proyecto enfrenta varios retos de ingeniería: disipación térmica en el espacio, comunicaciones ópticas de alta velocidad entre satélites (decenas de terabits por segundo), y reducir los costes de lanzamiento a menos de ~200 dólares por kilogramo hacia mediados de la década de 2030 para que la operación sea económicamente comparable a los data centers terrestres. El objetivo es, en última instancia, construir una infraestructura de IA escalable y sostenible que represente una nueva frontera en computación, energía y logística digital.
La Wikimedia Foundation, la organización sin ánimo de lucro detrás de Wikipedia, publicó un llamado a los desarrolladores de IA para que accedan a sus contenidos mediante su servicio empresarial de pago, Wikimedia Enterprise, en lugar de recurrir a la extracción masiva (scraping) de la web. El objetivo es evitar la sobrecarga de los servidores de Wikipedia y garantizar el apoyo financiero al proyecto de conocimiento libre, dado que la organización detectó que una parte significativa de su tráfico venía de bots disfrazados de humanos, lo que coincidió con una caída del 8 % en visitas auténticas año a año. Además, Wikimedia exige atribución adecuada a los contenidos usados y recuerda que la participación voluntaria de contribuidores podría verse afectada si la plataforma pierde visitas y donaciones. Aunque no amenaza con acciones legales inmediatas, la medida marca un nuevo giro en la forma en que iniciativas abiertas se relacionan con desarrollos de IA que utilizan grandes volúmenes de contenido digital
Google Drive añade una nueva función basada en IA que permite transformar archivos PDF en resúmenes de audio de entre 2 y 10 minutos, creada a partir de la tecnología de NotebookLM.
Cuando un usuario abre un PDF en Google Drive (versión web) de una cuenta compatible, aparece un botón “Resumen de audio” que inicia la generación del archivo. El resultado se guarda automáticamente en la unidad del usuario.
Por ahora, la función está disponible solo para suscriptores pagos: usuarios de Workspace (Enterprise/Education) y suscriptores del plan Google One AI Premium. Además, el idioma inicial es el inglés; el español y otros idiomas llegarán más adelante.
La novedad mejora la accesibilidad y productividad mediante un formato auditivo para absorber rápidamente contenidos extensos —como informes o manuales— sin necesidad de leer todo el texto.
Durante un devocional el 28 de octubre de 2025, Elder Kim B. Clark explicó que la educación profunda debe abarcar “saber, sentir, hacer y llegar a ser”, y que la inteligencia artificial (IA) puede convertirse en un aliado como tutor o coach, pero no debe sustituir los elementos de “sentir” y “llegar a ser” en el aprendizaje humano.
Dijo que la IA tiene potencial para personalizar el apoyo educativo —evaluando progreso, proporcionando feedback, guiando la práctica— pero advirtió que si se usa sin límites, puede atrofiar la capacidad espiritual, de reflexión y de responsabilidad personal, ya que esos elementos requieren interacción humana, fe, revelación y crecimiento interno.
Para Clark, la clave está en establecer límites claros: la IA puede ayudar a “saber” y “hacer”, pero el “sentir” y el “llegar a ser” requieren dimensión espiritual, comunidad, oración, reflexión y perseverancia.