
1. El boom de la IA amenaza a los gigantes como OpenAI y Google
El boom de la inteligencia artificial está cambiando de rumbo: los modelos de base, hasta ahora dominados por gigantes como OpenAI, Google y Anthropic, comienzan a perder su ventaja frente a startups que desarrollan aplicaciones más ágiles y especializadas. Según TechCrunch, cada vez importa menos si la tecnología corre sobre GPT-5, Claude o Gemini; lo determinante es cómo se adapta y se construye la capa de aplicación que realmente resuelve necesidades concretas. Mientras los grandes invierten miles de millones en infraestructura y en entrenar modelos más grandes, las empresas emergentes aprovechan esos sistemas como “commodities” y crean productos con valor añadido, desde herramientas de programación hasta soluciones empresariales a medida. El riesgo para los líderes del sector es que sus enormes gastos no logren sostenerse si el mercado termina premiando la especialización, la personalización y la rapidez de ejecución de las startups.
2. Microsoft, Google y Nvidia lideran inversión histórica en IA en Reino Unido
Reino Unido se consolida como un centro estratégico de inteligencia artificial en Europa gracias al «Tech Prosperity Deal» con EE. UU., que ha atraído más de 40.000 millones de dólares de inversión de gigantes tecnológicos como Microsoft, Google y Nvidia. Microsoft destinará 30.000 millones para su superordenador más grande en el país, Nvidia desplegará 120.000 GPUs y Google invertirá 5.000 millones en un nuevo centro de datos. Estas inversiones refuerzan la infraestructura de IA, crean empleos y fortalecen la cooperación tecnológica entre ambos países.
3. FSR Redstone de AMD: IA aplicada a gaming para todos
AMD ha presentado su nueva tecnología FSR Redstone, diseñada para mejorar la experiencia de juego mediante inteligencia artificial, y que será compatible con cualquier tarjeta gráfica, sin requerir hardware especializado ni núcleos de IA dedicados. Esto permitirá a los jugadores de todo tipo de equipos aprovechar mejoras en rendimiento y calidad visual en los videojuegos, haciendo que técnicas avanzadas de escalado y optimización sean accesibles incluso para tarjetas gráficas más antiguas o menos potentes. Con esta estrategia, AMD busca democratizar el uso de IA en el gaming, ampliando las posibilidades de juego de alta calidad a un público mucho más amplio.
4. La IA impulsa 7 de cada 10 empleos tecnológicos: formación y habilidades humanas, claves para el futuro
En 2025, la inteligencia artificial (IA) es fundamental en el sector tecnológico, según el AI Workforce Consortium, integrado por empresas como Cisco, Google, IBM, Microsoft y Accenture. El 78 % de los empleos tecnológicos en países del G7 requieren conocimientos en IA, extendiéndose más allá de roles técnicos a sectores como salud, educación, finanzas y telecomunicaciones. Además, áreas como gobernanza ética y seguridad en IA han visto un aumento de más del 100 % en su demanda. La formación en habilidades híbridas, que combinan competencias técnicas con capacidades humanas como comunicación, colaboración y liderazgo, es esencial para adaptarse a esta transformación. Ciudades como Silicon Valley, Londres y Toronto lideran en la incorporación de profesionales vinculados a la IA, mientras que lugares como Manchester, Lyon y Vancouver emergen como nuevos polos tecnológicos. El AI Workforce Consortium tiene como objetivo capacitar a 95 millones de personas en la próxima década, ofreciendo recursos como cursos prácticos y un glosario estandarizado para reducir la brecha entre la tecnología y la capacidad humana para adoptarla.
5. China apuesta fuerte por los robots humanoides, pero abundan las dudas sobre su viabilidad real
China ha colocado a los robots humanoides como una prioridad estratégica nacional, impulsando su industria con metas ambiciosas que incluyen un crecimiento anual superior al 20 %, respaldado por fondos estatales millonarios y la producción planificada de más de 10.000 unidades para este año en ciudades como Pekín, Shanghái y Shenzhen. Sin embargo, expertos advierten que muchas de las promesas todavía están lejos de materializarse: la demanda real por estos robots es aún escasa, y muchas de las exhibiciones son demostraciones controladas donde los humanoides no funcionan con autonomía completa, sino bajo control humano.
Además, hay obstáculos técnicos significativos, como autonomía energética limitada, problemas de fiabilidad, estándares de seguridad exigentes, costes de producción muy elevados y la carencia de aplicaciones prácticas que justifiquen despliegues a gran escala.
En suma, aunque China podría estar liderando la carrera en visibilidad e inversión, queda por ver si podrá convertir ese empuje en robots humanoides útiles, seguros, autónomos y comercialmente sostenibles.